16 de marzo, 2021

La capital de China se vio sumida ayer en la mayor tormenta de arena en una década, procedente del desierto del Gobi, en Mongolia, que ocasionó la cancelación de 350 vuelos y agravó los elevados índices de contaminación. La combinación de ambos fenómenos generó un coctel peligroso para la salud, señalaron autoridades, las cuales ordenaron suspender todas las actividades deportivas.

16 de marzo, 2021

BOLETÍN DE PRENSA SADER.

Un estudio colaborativo entre 20 plataformas de investigación en todo el país aporta evidencia de cómo la agricultura de conservación es una importante herramienta para la salud de los suelos y el aumento de los rendimientos de forma sustentable.

​México cuenta con una red de plataformas en diferentes condiciones y sistemas de producción que permite realizar estudios a nivel país y no sólo análisis de plataformas individuales, destacó el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Organismos públicos, centros de investigación y unidades académicas que desarrollan ciencia colaborativa con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) realizan una investigación conjunta, cuyos avances confirman que con prácticas agrícolas sustentables se puede aumentar la materia orgánica del suelo, mejorar su estructura e incrementar 0.85 toneladas por hectárea el rendimiento de maíz de manera general.

Científicos de los institutos Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), del Tecnológico de Roque y del Tecnológico de Comitán, la Universidad Autónoma Chapingo y 12 instituciones y organizaciones desarrollaron este estudio en 20 plataformas de investigación (de MasAgro-Cultivos para México y MasAgro Guanajuato) en todo el país, que aportan evidencia de cómo la agricultura de conservación es una importante herramienta para la salud de los suelos y el aumento de los rendimientos de forma sustentable.

Este nuevo estudio se lleva a cabo en Campeche, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, en un contexto generalizado de suelos degradados que afectan la productividad en gran parte del territorio nacional, informó el CIMMYT.

Explicó que los resultados no son iguales para todas las zonas agroecológicas del país, pero pueden ser un marco común para la agricultura nacional, por lo deben continuar las investigaciones y complementarlas con otros sistemas integrados para brindar soluciones adecuadas para cada productor en su propio contexto.

El estudio señala también que existen otros efectos benéficos de la agricultura de conservación en la calidad del suelo, pero precisa que los resultados varían dependiendo del sistema de producción, el clima y el tipo de suelo, entre otros.

Esto demuestra el valor de la red de plataformas que el CIMMYT impulsa con iniciativas como Cultivos para México, con el liderazgo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que permite hacer estudios a nivel nacional y reafirma que es necesario hacer investigación bajo las condiciones locales para generar buenas recomendaciones para los productores.

Si bien a la fecha existen diversos estudios sobre suelos y la agricultura de conservación, aún falta información acerca de los efectos de este sistema de labranza sobre la salud del suelo en diversas condiciones agroecológicas en México, señaló el CIMMYT.

El estudio -cuyo artículo ha sido incluido en el acervo de la plataforma Wiley Online Library- es relevante por el número de instituciones que colaboran y por la diversidad de agroecologías que aborda, que van desde sistemas tradicionales de temporal sembrados a mano hasta los intensivos con riego, anotó.

10 febrero, 2021

ERNESTO MÉNDEZ. EXCELSIOR.

Los estados que tienen el 100% de su territorio con sequía son BCS, Chihuahua y Sinaloa; solo 513 de los dos mil 463 municipios del país se encuentran libres de afectaciones por la falta de lluvias.

CIUDAD DE MÉXICO. Al inicio del segundo mes de 2021, únicamente el 20.88 por ciento del territorio nacional no sufre de algún grado de sequía, es decir, solo 513 de los dos mil 463 municipios del país se encuentran libres de afectaciones por la falta de lluvias.

De acuerdo con el Monitor de Sequía en México con corte al 31 de enero, 591 municipios se encuentran anormalmente secos; 451 con sequía moderada; 375 con sequía severa; 79 con sequía extrema y 10 municipios con sequía excepcional, lo que representa un incremento de .7 por ciento con respecto al reporte de hace quince días.

Los estados de la República que tienen el 100 por ciento de su territorio con sequía son Baja California Sur (tres municipios con sequía moderada y dos con sequía severa), Chihuahua (tres con sequía moderada, 43 con sequía severa, 16 con sequía extrema y cinco con sequía excepcional) y Sinaloa (13 con sequía severa y cinco con sequía extrema).

Según el análisis del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las lluvias asociadas a un evento de río atmosférico y el paso de las tormentas invernales número 6, 7 y 8, así como el ingreso de los frentes fríos 30, 31, 32 y 33 ayudaron a disminuir las áreas con sequía de severa a extrema principalmente en Sonora y Chihuahua.

Mientras que los frentes fríos 29, 32 y 33, el ingreso de humedad desde el Golfo de México y el desarrollo de líneas de vaguada mejoraron las condiciones en Veracruz y Oaxaca, además de regiones puntuales de Chiapas, Puebla, Tamaulipas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México.

En contraste, se tuvo déficit de lluvias en la Mesa del Norte, el centro y occidente del país, por lo que la sequía de moderada a severa se incrementó en los estados de Durango, Zacatecas, Jalisco y Michoacán.


20 de Junio de 2020, La Jornada

Hace siete años, China registró un brote epidémico del virus SARS (SARS-CoV) en la ciudad de Hong Kong. En la emergencia, 300 trabajadores del sistema de alcantarillado de la ciudad se contagiaron (Gundy et al., 2009). Dicho reporte preocupó por el riesgo sanitario por contacto con agua residual contaminada. Ante el brote del coronavirus (SARS-CoV-2), nuevamente se preguntó si el agua residual en el drenaje podría ser un foco de contagio.

La OMS hasta el momento ha mantenido su posición de que el virus no puede sobrevivir en el agua, incluyendo las aguas residuales (OMS, 2020). De hecho, el virus SARS es rápidamente inactivado y eliminado en aguas residuales después de 2 a 4 días (Gundy et al., 2009). Sin embargo, dos estudios recientes podrían poner en duda lo anterior: Lodder & de Roda, (2020) reportaron que en muestras de agua residual del Aeropuerto Schipol, en Amsterdam, detectaron la presencia de RNA viral del SARS-CoV-2 en las primeras semanas de contagio. Por su parte, Randazzo et al. (2020) reportaron la detección de virus en agua residual municipal no tratada en la región de Murcia, España. En ambos trabajos se destacó la efectividad de las Plantas de Tratamiento (PTR) para reducir la carga viral como medida de prevención de riesgo sanitario.

En tiempos de COVID-19 se hace necesaria la revisión de las capacidades institucionales para enfrentar la pandemia, porque el coronavirus está mostrando la vulnerabilidad institucional. La precariedad e irregularidades del sistema de salud pública en los tres órdenes del gobierno mexicano se hicieron notar también porque las bases estructurales y administrativas de dicha dependencia se dilapidaron en los sexenios anteriores. Lo mismo está ocurriendo en dependencias responsables de mantener servicios esenciales como la gestión del agua. Considerando el servicio de agua potable, por ejemplo, hemos visto cómo cientos de comunidades simplemente no pueden cumplir las recomendaciones sanitarias básicas para prevenir contagios por falta de agua y aún más crítico se encuentra el servicio de saneamiento y tratamiento de aguas residuales. La Comisión Nacional del Agua reportó que existen 2,526 PTR en operación, cubriendo el 63% de tratamiento a nivel nacional (Conagua, 2018). Sin embargo, el manejo de aguas residuales no ha logrado ser bien atendido ya que más del 50% de las PTR municipales presentan una calificación de pésimo a mal funcionamiento (Mazari y Noyola, 2018). A nivel municipal, la falta de presupuesto y capacidad técnica imposibilita mantener en operación las PTR y en pequeñas poblaciones la situación es de abandono total.

Si se analiza por tecnología, los métodos de tratamiento actuales además de caros por el gasto de luz y mantenimiento no aseguran la remoción de microorganismos resistentes como virus y parásitos, sin mencionar los contaminantes emergentes (Mazari y Noyola, 2018). Lo anterior se suma a la obsolescencia de las normas ambientales que han dejado de lado la vigilancia ambiental de contaminantes biológicos-infecciosos tales como son las cepas virales y patógenos de interés epidémico. Caso emblemático es el sistema de irrigación con aguas residuales en el Valle del Mezquital, en donde se ha reportado la presencia de patógenos hiper-resistentes a antibióticos y de diversos tipos de fármacos (Broszat y cols., 2014). Después de China, nuestro país es el que más usa aguas residuales para la producción de alimentos vegetales y por ello estamos en una situación de alto riesgo sanitario al usar aguas residuales sin o con tratamiento deficiente.

El saneamiento del agua residual es parte de los derechos humanos. El sistema de gestión hídrico está rebasado desde antes del brote epidémico de COVID-19. La planeación, instalación, operación y mantenimiento de las plantas de tratamiento no cuentan medidas de verificación para saber si el sistema de tratamiento responde a las necesidades de las comunidades o si es eficaz para reducir los riesgos de salud y daño a los ecosistemas acuáticos, principales receptores de aguas residuales.

La pandemia nos da la oportunidad de emprender una nueva normalidad, transformando sustancialmente las instituciones de gobierno encargadas de resolver y atender los problemas de la sociedad. Es necesario romper con la estructura fallida, altamente burocratizada cuya opacidad ha dañado la maquinaria operativa y nos ha llevado a una alta vulnerabilidad ante situaciones emergentes como la pandemia del Covid. En este sentido, un tema pendiente es la reforma de la Ley Nacional de Agua; vital para adecuarse al reconocimiento constitucional del Derecho Humano al Agua y Saneamiento. Por otro lado, no hay duda de la urgencia de actualizar y ampliar la lista de parámetros que miden la calidad de agua de las normas ambientales, para asegurar la protección de los ecosistemas y la salud de las personas (NOM-001, NOM-002, NOM-003). El modelo de gestión actual de los recursos hídricos del país ha llegado a su fin y de ahí la necesidad de reestructurar incluso a la Conagua, dependencia hermética y arrogante que debe abrirse a la participación social efectiva a través de contralorías ciudadanas vigilantes del desempeño institucional e incorporar mecanismos transparentes para la toma de decisiones que conduzca a diseñar programas que atiendan las necesidades de las poblaciones más vulnerables y proteger los recursos hídricos para las generaciones futuras.


10 de Julio de 2020

GRUPO CONSULTOR DE MERCADOS AGRÍCOLAS (GCMA).

En los últimos 90 días GCMA ha generado documentos de perspectiva sobre el impacto del COVID 19 en el agro mexicano. En está última entrega abordaremos algunos aspectos sobre la nueva normalidad en México y EE. UU. -por ser nuestro principal socio comercial y destino de las exportaciones-.

En el contexto macroeconómico se hablaba hace 100 días de que el impacto en la economía sería grande; sin embargo, hoy podemos decir que los efectos fueron devastadores y todavía inciertos sobre los alcances y duración. En informe trimestral enero-mazo 2020 de Banco de México se describen claramente la combinación de tres factores que afectan a la economía del país:

  • Choque por el lado de la oferta.– Los paros en la producción de bienes y servicios han dado lugar a un reducción de la oferta, poniendo en riesgo las cadenas globales de valor y la provisión de insumos para la producción nacional.

  • Choque por el lado de la demanda.– la propagación de la demanda nivel global condujo a una menor demanda externa de bienes y servicios. Asimismo, las medidas de distanciamiento social y los menores ingresos de empresas y hogares contrajeron la demanda doméstica.

  • Incremento en riesgo país.- impulsó la salida de capitales, incrementó el costo del financiamiento y llevo a una depreciación del tipo cambio.

Uno de los puntos preocupantes, a pesar de que el sector agroalimentario es uno de los sectores estratégicos y más resistente a las turbulencias económicas, es la tasa de desempleo. En el sector agropecuario contribuye ciertamente con pocos empleos formales solamente el 2% del total; sin embargo, la tendencia de desempleo en general es una mala señal, porque indica que más personas perdieron su fuente de ingreso y por lo tanto demandaran menos bienes. En la siguiente gráfica se puede apreciar la tendencia del primer trimestre del año que seguramente se profundizó durante el segundo trimestre del año.

La desaceleración económica proyectada por Banco de México sitúa que en el presente año una contracción del PIB entre -8.3 y -8.8% y el siguiente año tendremos una recuperación económica que rondará entre 0.5 y 4.1%. La recuperación antes señalada no es para echar fanfarrias, ya que en valores absolutos no llegaremos al valor del PIB de 2019.

Lo antes descrito es una mala señal para el sector agroalimentario que tendrá una menor demanda interna durante lo que queda del año y todo el 2021. El primer problema vendrá de la falta de ingreso por parte de una parte de los consumidores, y habrá otro efecto, sobre los consumidores que no perdieron su poder adquisitivo durante la cuarentena, pero que ahora tendrán otros hábitos de consumo. Hace una semana en el webinar ¿hacia donde va la producción de frutas y verduras? Del COVID 19 a la nueva normalidad, se presentó una encuesta sobre los nuevos hábitos de consumo que posiblemente determinen la recomposición de los canales de distribución y consumo de alimentos en México.

En artículos anteriores se ha señalado que aproximadamente el canal de hotel, restaurantes y cafeterías (HORECA) en México consume el 30% de los frescos y proporción similar en el consumo de proteína animal. Las personas entrevistadas señalaron que el 50% consumían al menos de 1 a 3 veces por semana fuera de casa en dichos establecimientos y que dada la situación sanitaria imperante es poco probable que continúen con dicho hábito, al menos, entre uno y dos meses posterior a que se normalicen las actividades.

Ante este escenario las cadenas de autoservicio o retail ganan mayor preponderancia en la distribución de alimentos frente al consumidor. La buena noticia para los productores es que ahora el consumidor está dispuesto consumir mayor volumen de frescos, mantener relativamente estable el consumo de congelados y disminuir el consumo de procesados, como se puede apreciar en la siguiente gráfica.

El consumo de proteína animal por otra parte muestra una tendencia hacia el consumo de menos carne roja a la semana, pero cuando se consuma, el nivel de calidad será mayor. El consumo de proteína animal como pollo, huevo y pescado tenderá a subir con respecto al comportamiento previo a la pandemia. Por otra parte, se espera que el canal HORECA y Food Services se transformen para sobrevivir y conformar un nuevo modelo de negocio que es el envío de alimentos preparados o la canasta básica a domicilio. La encuesta recabada muestra que el 85% de los encuestados ha usado el servicio de alimentos a domicilio, el cual, al menos es con una frecuencia de una vez a la semana y será un hábito que con alta probabilidad continúe.

El COVID 19 vino a transformar de una manera radical la forma en la cual los consumidores demandaran sus alimentos. Por un lado, vemos una recomposición de la demanda por la caída del ingreso en los hogares y, por otro lado, vemos el cambio de hábito hacia alimentos más saludables que mejoren el sistema inmune. La nueva tarea de los productores será entender al consumidor y destacar los atributos de sus productos, así como balancear su portafolio de alimentos, canales de distribución y nueva interrelación con servicios de entrega de alimentos a domicilio.

La nueva realidad implica muchas horas de análisis y el replanteamiento de los modelos de negocios. En GCMA contamos con la información oportuna que te ayudará a tener certeza en la toma de decisiones.


9 de Julio de 2020

NANCY LORENA FLORES. EL ECONOMISTA.

Desde la suspensión de actividades por las medidas de confinamiento para contener la propagación del Covid-19, mucho se ha hablado a nivel nacional de un abastecimiento de alimentos garantizado

Ahora bien, reflexionemos sobre los ingresos de los productores en su sistema productivo ante un escenario de alta volatilidad cambiaria, más aún donde los insumos para la producción se encuentran altamente vinculados al dólar, y lo cual tiene repercusiones en la rentabilidad del cultivo.

Esta situación se exacerba considerando que la gran mayoría de los productores del medio rural adolecen de registros sobre sus costos de producción, así como de actividades tan esenciales como el manejo de la nutrición, el control de plagas y enfermedades las cuales se realizan sin un adecuado soporte técnico.

Otro aspecto, es el actual modelo de agricultura vigente desde hace más de 60 años, obliga siempre a buscar altos rendimientos por unidad productiva.

Para ello, los productores buscan el uso de materiales genéticos cada vez más costosos, aplicaciones excesivas de fertilizantes y un uso indiscriminado de plaguicidas para el control de plagas, malezas y enfermedades.

En ese sentido, FIRA desarrolló desde la década de los noventas una metodología estandarizada para la estimación de los costos de producción, logrando hasta el momento, una plataforma que permite calcularlos de forma paramétrica y por zonas agroecológicas determinadas, precisando los datos contenidos que son de carácter informativo destinados a estimar cuotas de crédito de diversos cultivos para aquellas empresas que lleguen a solicitar financiamiento con recursos fondeados por FIRA.

Los datos expresados provienen de un número reducido de observaciones, sin que sean estadísticamente representativos de los costos de producción nacionales, estatales, por cultivo, tecnología o ciclo productivo correspondiente (disponibles a través del portal FIRA: www.fira.gob.mx).

No obstante, es preciso contar con la información que contribuya a la toma de decisiones al momento de invertir. Pondremos como ejemplo los agrocostos de maíz para el ciclo primavera verano 2020, señalando que en 23 agrocostos publicados hasta el momento, la relación beneficio-costo resultante oscila entre 1.26 y 2.09 (R B/C= ingresos netos/ costos netos; donde RB/C > a 1, proyecto rentable).

Ahora, tratando de tomar sistemas productivos que puedan compararse, consideraremos el caso de Jalisco y Nayarit, para profundizar en dicho indicador.

Comencemos comentando que se detecta que la rentabilidad del cultivo, no obedece precisamente a una mayor inversión en el manejo agronómico, sino más bien, a una optimización de los recursos invertidos, ya que en Jalisco, tiene una relación beneficio-costo de 1.37 requiriendo una inversión de 29,296 pesos por hectárea para producir 10 toneladas de maíz, y en Nayarit, se tiene una relación beneficio-costo de 2.0 requiriendo una inversión de 20,762 pesos detectándose, que en el manejo agronómico que realiza Nayarit, optimiza recursos en el control de plagas, malezas y enfermedades, para producir las mismas toneladas (en Jalisco, se destinan 4,000 pesos mientras que en Nayarit solo se destinan 1,783 pesos).

Con lo anterior, podemos darnos cuenta que, si buscamos modelos agrícolas más eficientes y ordenados por unidad de negocio, la rentabilidad para el productor será mayor.

Hacer ejercicios comparativos a partir de esta información y analizar el manejo de sus agrocostos en el proceso de toma de decisiones, es como siempre una manera de enfrentar las crisis en la búsqueda de mejores oportunidades para incrementar la rentabilidad en los negocios.

*Nancy Lorena Flores Garcilazo. Especialista de la Subdirección Técnica y de Redes de Valor. La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

nlflores@fira.gob.mx



29 de Junio de 2020

EDGAR AMADOR. EXCÉLSIOR.

Los inversionistas mexicanos apenas se están dando cuenta de lo que se han perdido. Las afores, los fondos de inversión y de pensiones privados, y los patrimoniales, llevan décadas invirtiendo en empresas de telecomunicación, manufactureras, de servicios, turísticas, aerolíneas y, más recientemente, en proyectos inmobiliarios y de infraestructura. Hoy, casi todos esos sectores están hechos pedazos, pero la agricultura, la niña fea de la economía mexicana, debería de estar llamando la atención porque de diez años para acá, y hoy con más fuerza, es el secreto mejor guardado de la economía y las finanzas mexicanas.

La mejor muestra de lo bien que la agricultura mexicana está haciendo las cosas son los datos más recientes del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), los cuales muestran el comportamiento general de la economía mexicana en el mes de abril. Los datos son, más allá de malos, los peores resultados registrados en la historia moderna de México.

En abril el IGAE, que es una medida muy cercana al PIB, pero con periodicidad mensual, mostró un derrumbe de 19.7 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, reflejando el dramático impacto que la emergencia sanitaria ha tenido sobre la actividad económica, pues el cierre de fábricas, centros de trabajo y entretenimiento, el transporte y la educación, se han reflejado en el colapso económico más profundo del último siglo en México.

Pero dentro de la división por sectores, la economía muestra unos contrastes notables: mientras que el sector secundario (industria, construcción, energía y minería) se abismó en un espantoso 29.6%, el sector servicios, el mayor de la economía, tuvo una caída también dramática, pero más amortiguada, de 16.1 por ciento. Y en comparación con abril del 2019, el sector más pequeño de la economía nacional, el primario (agricultura, ganadería y pesca), logró anotarse una modesta alza, de 2.4% respecto del año pasado.

Mientras la economía mundial, incluyendo de manera notoria a la mexicana, se colapsa bajo el peso de la pandemia, la agricultura concreta un crecimiento modesto respecto del año pasado y no existe un vehículo mediante el cual los mexicanos, inversionistas individuales o nuestras pensiones, a través de las afores por ejemplo, podamos invertir. El mercado mexicano tropicalizó los REITs, o Fideicomisos de Bienes Raíces, para que los inversionistas de todo tipo pudieran invertir en el boyante mercado inmobiliario, de parques industriales y logísticos del país.

Los mexicanos podemos, a través del SIC, invertir en acciones de empresas estadunidenses, canadienses, europeas y asiáticas. Pero no podemos invertir en la agricultura mexicana que tan rentable ha sido en la última década.

De hecho, tenemos el peor de los mundos posibles: nuestros agricultores más exitosos no pueden desarrollar y ampliar sus múltiples proyectos porque no tienen capital, y las afores e inversionistas no pueden invertir en la agricultura porque no existen vehículos financieros para hacerlo. Los mercados, en este caso, no están funcionando: la oferta y la demanda no se encuentran. Y es una tontería que no hagamos algo al respecto.

Existen múltiples casos de éxito de la agricultura comercial mexicana: el aguacate por supuesto, pero también la sandía y el melón, las nueces y los frutos rojos y azules, el mango y el jitomate, las manzanas, los chiles y el pepino. México se ha convertido, en la última década, silenciosamente, en una potencia agrícola fuera de los productos tradicionales. Y lo ha logrado a pesar de una extremadamente deficiente fuente de capital privado institucional en el sector.

La familia Corral en Chihuahua, los Navarro en Baja California, los Echeverría en Sinaloa, los Aguirre en Sonora, son ejemplos de empresarios que, con un precario acceso al mercado de financiamiento y primitivos medios de financiamiento de capital, han logrado un crecimiento muy sólido de la producción y las ventas agrícolas de México en la última década. Pero platicando con ellos una cosa queda clara: este auge apenas comienza. Si logramos que los mercados de capitales volteen a ver al sector, tendremos varias décadas de éxito por delante.



29 de Junio de 2020

ALBERTO AGUIRRE. EL ECONOMISTA.

Acababa de ocurrir el extrañamiento presidencial a la Conapred –motivado por la inclusión del youtuber Chumel Torres en el programa de foro virtual sobre racismo, seguida por un reclamo tuitero de Beatriz Gutiérrez Müller– que terminaría con la renuncia de la politóloga itamita Mónica Maccise Duayhe a la presidencia de esa instancia, adscrita a la Secretaría de Gobernación.

Justo hace una semana, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, atendió la invitación de su homólogo Víctor Suárez para participar en la sesión mensual de la comunidad agrícola encargada de la Autosuficiencia Alimentaria dentro de la Sader.

El vocero del gobierno mexicano sobre la Covid-19 presentó su exposición, apoyado por las gráficas que cotidianamente presenta en las conferencias vespertinas y un mapa de la incidencia de la enfermedad, de alcance municipal sobre la cartografía digital del Inegi, pero con datos recabados por la Secretaría de Salud.

En la visualización destacaban amplias regiones de Oaxaca, Chihuahua, Durango, Sonora y el noroeste de la Península de Yucatán, con importantes asentamientos de los pueblos originarios que se han mantenido al margen de la pandemia. ¿Las comunidades rurales e indígenas tienen un bajo riesgo de contagio?, preguntó López-Gatell, “no, no es el caso; lo que en toda circunstancia podría ocurrir es que hay un diferimiento del riesgo”, insistió.

Luego, el funcionario de la 4T explicó la forma en la que esta enfermedad emergente llegó a México: “Fue importada por grupos sociales adinerados del país. Esto no lo digo en forma peyorativa ni por crear una segmentación innecesaria o polarización, sino porque existe una realidad constatada y constatable de que la importación ocurrió en personas que tenían capacidad económica o su ocupación les llevaba a viajar internacionalmente”.

¿Acaso se refería a las decenas de connacionales que fueron a los resort de Vail, en las últimas semanas de febrero? ¿O a los líderes empresariales y ejecutivos que presenciaron el Abierto de Tenis en Acapulco y volvieron al bello puerto, para la Convención Nacional Bancaria? ¿Los ricos contagiaron a sus empleados pobres, trabajadoras domésticas, choferes, jardineros…?

“En su momento habrá detalles para caracterizar esto”, dijo López-Gatell. Los productores del ramo han requerido a las autoridades un análisis profundo y un monitoreo permanente del impacto de la Covid-19 en el campo mexicano. El potencial contagio de la fuerza laboral, principalmente de los jornaleros contratados para el levantamiento de las cosechas, es una de sus preocupaciones.

Extractos de la presentación del subsecretario López-Gatell ante los productores agrícolas llegaron a los medios, el pasado fin de semana. Y desde entonces ha recibido cuestionamientos sobre sus expresiones, que finalmente tuvieron respuesta en la mañanera de Palacio Nacional.

“Hubo una exaltación porque yo había dicho que el Covid llegó (a México) por grupos socialmente adinerados, cuando el foco de atención era la preocupación de que los no adinerados son quienes ahora pueden sufrir el Covid”, matizó. “Claramente se ve que hay prioridades diferentes en la cabeza de cada quien, pero bueno, cada quien se preocupa de lo que se debe preocupar: nosotros nos preocupamos de las comunidades pobres, nuestra obligación es proteger el interés público”.


1 de Junio de 2020

MARICRUZ RÍOS. LA VOZ DE MICHOACÁN.

MORELIA, Michoacán. El efecto coronavirus ya impactó la producción de zarzamora en el estado de Michoacán. Hasta el mes de abril, la entidad ha contabilizado únicamente 81 mil 538 toneladas, lo que corresponde a un desplome del 46 por ciento con respecto a lo obtenido durante el primer cuatrimestre de 2019, cuando alcanzó casi 152 mil toneladas.

Es decir, la producción ha caído prácticamente a la mitad. De acuerdo con la información proporcionada del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), a partir del mes de marzo la obtención de esta fruta se ha ‘estancado’,con marginales crecimientos en los últimos dos meses si se toma en cuenta su comportamiento en años pasados.

Al respecto, Rubén MedinaNiño, titular de la Secretaría deDesarrollo Rural y Agroalimen-tario (Sedrua) en Michoacán, ha admitido que , podrían tener problemas para ingresar a mercados extranjeros.

Y es que, según el funcionario de la Sedrua, “a la zarzamora le sienta bien la geografía michoacana, haciendo la muy productiva” y esta frutilla lo mismo se desarrolla favorablemente en alturas mayores a los mil 500 metros sobre el nivel del mar, el promedio en la entidad, que en zonas por debajo de esta media.

Michoacán, líder nacional

La zarzamora se ha convertido en uno de los agentes productivos de campo más exitosos y rentables en Michoacán, ya que cada hectárea dedicada a este cultivo genera al menos tres empleos directos. La autoridad estatal calcula en 37 mil500 plazas que se ocupan mensualmente de esta frutilla, a lo que suman 100 mil jornaleros para las temporadas específicas de cosecha y corte.

Al año, se exportan más de 11 mil toneladas de zarzamora, principalmente a Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Holanda y Alemania, aunque se mantienen relaciones comerciales con 31 mercados internacionales.

El líder de la política agroalimentaria en el estado señaló en entrevista reciente que de momento ya había cancelaciones en pedidos de aguacate, situación que esperaba no se extendiera con fuerza a otros frutos que se suelen exportar a Estados Unidos de América, como las ‘berries’ y el mango.

Foto: Cortesía.

Por ejemplo, en el caso particular de la fresa, explicó que este fruto cuenta con tres ciclos defloración:

“Actualmente estamos en la tercera fase, es que cuando la calidad ha bajado, o por lo menos, no está al nivel de exportación, por lo que normalmente esta última cosecha se manda a la agroindustria”, manifestó Rubén Medina, quien agregó que por ello todavía no tenían problemas de comercialización.

Zarzamora, golpeada por COVID-19

Sin embargo, las cifras más recientes del SIAP demuestran que, si bien no son todos, habrá algunos cultivos que re-sentirán las medidas de aislamiento físico con motivo de la pandemia de COVID-19, unos más que otros.

Tal es el caso de la zarzamora que, tal como exhibe el más reciente informe oficial, en el estado de Michoacán se lograron obtener apenas 24 mil 220 toneladas entre los meses de marzo y abril, mientras que durante el primer bimestre se produjeron prácticamente el doble, solamente 57 mil 318 toneladas.

De hecho, según los datos del propio SIAP, el inicio del año ya presentaba una reducción ligera en la producción de zarzamora michoacana que rondaba el 12.2 por ciento, sin embargo, las medidas para evitar el contagio, entre las que destaca la sana distancia y el aislamiento físico, acrecentaron la caída.

Los números a la baja en estafrutilla no fueron exclusivos deMichoacán, sino una problemática generalizada, por lo que el estado se mantiene como líder a nivel nacional y acapara el 93.6 por ciento de la producción.

2019 fue un buen año

La entidad terminó el 2019 con una producción superior a las 285 mil toneladas, lo que significó un aumento del 15 por ciento con respecto al año ante-pasado. De 2016 a la fecha laproducción anual ha rebasadolas 239 toneladas de zarzamora.

Rubén Medina Niño aseveró que el volumen de zarzamora obtenido en meses pasados presentó un crecimiento importante gracias mejoramiento de las técnicas de cultivo, “lo cual ha sido determinante en la evolución del proceso, brindando mayores y mejores rendimientos, tanto en calidad, cantidad y precio”.

La zarzamora se convirtió en 2019 en uno de los 24 cultivos iniciales dentro del programa Agricultura Sustentable, que pretende, mediante agentes microbianos y prácticas sustentables, mejorar la calidad de las cosechas michoacanas y alcanzar nivel de exportación.



13 de Mayo 2020

NOEL VÁZQUEZ. CUARTO PODER.

PIJIJIAPAN, Chiapas. Debido a la pandemia del coronavirus, los precios del litro de la leche en el municipio de Pijijiapan han bajado de manera considerable, ya que hasta el momento se encuentra en cinco pesos.

“Es una situación que está afectando severamente la economía de todo este gremio”, afirmó Rafael Vidal Cabrera, presidente de Bienes Comunales.

Sobre la pandemia, el presidente de Bienes Comunales dijo que lo más importante es conservar la vida, y para ello, hacer caso a las instrucciones de las autoridades de Salud.

Es importante mencionar que en Pijijiapan hasta el momento no hay casos de Covid-19.

En el tema de los lácteos, dijo que en caso de que la emergencia se agrave, la producción continuará disminuyendo, y “no se podrá exportar queso o leche a otros lugares y eso generará pérdidas económicas al sector”.

Por último, comentó que Pijijiapan es un municipio cien por ciento ganadero, “prueba de ello es que en esta agrupación existen unos mil socios y en todo el municipio más de 25 mil ganaderos, es por ello que esta zona tiene un lugar importante en el sector a nivel nacional”.